Su historia

Una boda, además de representar un vínculo entre dos personas, funciona como punto de encuentro de quienes rodean a la pareja. En este caso, la procedencia y las vivencias internacionales de cada uno de los novios, hicieron que en la celebración se hablaran, al menos, dos lenguas distintas, italiano y español. Dos países unidos por el amor y cuya convivencia en esta fiesta fue de lo más admirable. Una boda que rompió fronteras, que unió a personas, a priori, muy distintas y lejanas. Nuestro equipo pasó un día de lujo junto a los invitados que, nos consta, se divirtieron como nunca y vivieron momentos de lo más emotivos.

0